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31.10.06

hardware

hardware
(Plural/2005)
l Premio Nacional de Poesía "Yolanda Bedregal" (2003). Fue publicado el 24 de enero, justo el día de las Alasitas, en el 2004.
selección de poemas
El engranaje Original
Equis

Este poema se deshace
desgaja en los pliegues del silencio
lenta
mente
intentando asirse al verbo
a un adjetivo que no existe.

Este poema se rompe:
Acaba de parir otro poema.
se vacía de la forma
y al fondo está el pronombre.

Mi corazón se muere de la risa
cuando me ve llorar.

Este no es un poema.
Esto no es un poema.

Es un trozo incompleto del abismo,
un simulacro de fuga
pura gimnasia cerebral,
un pálido trozo de papel,
Todos los puntos suspensivos…
Teseo, Asterión, Sísajec y el laberinto

Se me acusa de ser una especie débil,
nacida del costado izquierdo,
cavidad viscosa, oscura,
hospicio temporal de vida.

No hay otra como yo
sobre la faz de la tierra,
en simultánea estructura
de enigma hecho corteza y pulpa.

No hay otra como yo que se bifurque,
que se haga Eva,
que transmute en Lilith
bajo la misma lengua.

A veces, en mis sueños,
Morfeo me dice
que soy muchas otras
y que hay hijos míos en la Tierra.

Alguna vez he sentido,
que Teseo pasa las noches
rozando cien mil veces
el etéreo laberinto.

Otras veces me ha parecido
escuchar voces y ruidos,
y que él le ha cortado la cabeza
a mi corazón de Minotauro.

¿Cómo has hecho Teseo
tan hondas galerías en mi cama?
Has entrado por mi boca y has salido
hilando tu soledad por mi vagina
.
Los muertos

Los muertos se hallan bien en esta tierra
cuyo misterio seca y los abriga.
Paul Valéry

Entrecerrados, harapientos,
ausentes y con grietas,
debajo de las sombras se esconden como arañas,
hierven oscuridades espesas y rasgadas.

Se afierran entre alambres,
entre bálsamos tramposos
a la tierra que se contrae.

Nosotros podemos nada

Decir nada
Tocar nada
Oír nada Morir nada
Vivir nada

Sólo los entrecerrados y harapientos,
los que se quiebran y agusanan
pueden arder como las velas.

Nosotros sólo estamos compuestos de agujeros:
el tiempo nos escupe.
Gama
&
Esta ciudad
Que he rechazado tantas veces
Vuelve a poseerme.

Humberto Quino
La ciudad se desliza entre temblores
no hay más que una humareda de sombras
y el rastro de este ombligo inhallado
en el confín del mundo.
Si he sido el centrola tierra y la ciudad
han sabido guarecerme y perdonar,
sobre todo perdonarl
a clara cegueraque ahora oscurece.
El frío taja
estos vidrios rotos,
estas uñas limpias,
esta conversa piel,
más allá de toda edificación
de todo comienzo
muchísimo más allá del tiempo
la ciudad por encima del hombro...
Recuerdo no llorarno dejar rastro
sólo la ciudad.
Amor de Microondas
Poema curita

Una muñeca es algo
que puedes vestir, desvestir
y llevarte a la cama para jugar...

Tú no ves, con tus ojitos de botón,
que yo podría volarte la cabeza;
tú no escuchas,
con tus orejas de corcho,
la música que engendra mi saliva.

Tú no sientes,
con tu corazón de hormiga,
que mi corazón,
es de carne molida por tu culpa.

Y cada vez que me golpeas
ni te fijas
que los moretones
pintan un hermoso lienzo
en mi piel blanca
abandonada.

Y yo no entiendo,
como tú
con esos ojitos de botón,
tus orejas de corcho,
el corazón de licuadora
y tu lengua de alfiletero,
puedes tenerme así:

Empolvada y rota,
hecha jirones debajo de la cama,
con las piernas abiertas
y el vestido levantado,
la piel de porcelana y los labios de papel,
toda enamorada
chorreándome
las ganas en las bragas.

Y yo no entiendo por qué admito
que me tengas así,
si yo podría volarte la cabeza....

Sophokleis

Hay que ser glamoroso
pero sin caer en la extravagancia obvia.
Hay que tener un peinado a go-go,
un piercing y un tatoo.
Hay que ser punky,
glam, rocker hippie,
raver y darketo.

Pero ante todo
hay que ser fashion.
Hay que tener un novio que piense
que la palabra “monogamia” es el nombre
de una comida japonesa.

Hay que oír música de elevador o de supermercado,
Pop desechable, enlatado,
easy listening digerido y masticado.

Pero ante todo hay que taparse los oídos.

Hay que ser culto,
Intelectualoide de café,
periódico y cigarro.

Pero ante todo hay que leer a Paolo Coehlo.
Instrucciones

Aspirar cada palabra
desempolvar la lengualicuar la cursilería
del frutero y la alcuza,
descifrar el enigma del horno...

Hacerde tu boca una batidora
sobre mídentro de mísobre la losa.
Aspirarcada palabra:
dejar enfriar.

27.10.06

princesas disney: poemas

Blancanieves

Tengo siete amantes ,
siete bocas que amamantar,
siete lenguas que me acarician,
peinan y liman mi ego
convirtiéndolo en un gigante.

Mis amantes no merecen aplauso
ni aprobación, ni alabanza, ni halago.
Los han llamado enanos
por el tamaño de su cerebro
no más grande que un grano.

El espejo y mi gemela que vive allí
me han traicionado.
Me abandonaron en el bosque,
a mi suerte
y yo jamás he sido afortunada.

Me han arrancado el corazón
como a un venado,
y en su lugar me transplantaron
una manzana rellenita de gusanos.

La tumba de cristal está sellada
y ya no quedan príncipes para mi lencería
ni caballeros para mis faldas a cuadros.

Viviré siete años de mala suerte
morderé el polvo.


La Sirenita

La pecera tiene rajaduras.
Gotea.
Soy la niña gotera.

Ni pies ni cola de pez.
Tampoco ciempiés.

Yo soy, aquí estoy: sin mar y sin botas.

Los anzuelos flotan alrededor
junto a las luces de neón, las hamburguesas
y los cigarrillos húmedos.

Lo he mordido. He picado.

Tengo los labios agujereados
Por todos tus besos de plástico.

No puedo alcanzar la superficie
y todos los barcos han partido atormentados.

Tu no eres ni mitad príncipe,
ni tierra firme, ni isla desierta.

Yo no soy ni mitad pez, ni mitad hembra.

Yo soy sólo espuma
en la boca de una epiléptica
convulsionándose.


La Caperucita Roja

Consagraron mi vida
injustamente
a una canastilla.

Consagraron mis entrañas
a una caperuza
a un disfraz de niña.

Consagraron mi vida
injustamente
a un cuento sin final.

Jamás creceré.
Jamás conoceré las delicias de la carne.
Nunca regresaré con mi madre.

Me habré quedado con la idea
de que el mundo es un lobo hambriento.

¿Porqué la vida es tan dura?
Para dolerte mejor.

Quise vivir, pobrecita.
Quise crecer.
Quise creer.

Pero consagraron mi vida a las mentiras.


Jasmine

Aladino me frota la panza,
cree que soy una lámpara maravillosa.
No es mentira que yo le haya hecho realidad muchos de sus deseos,
como el de hacerlo volar en una cama.

Aladino delira, hace mucho tiempo ya.
Olvida que soy una mujer y no una lámpara,
además yo ya he dejado de iluminarle los días.

El switch de encendido está roto como yo,
Y el genio no es más que un mal genio de rutina.

Aladino está a mi costado
y no deja de frotarme la panza.

Morimos de tristeza con un “había una vez”
atravesado en la cortina.

La Bella y la Bestia

De este cuento no hay mucho que contar.
No más que es puro cuento
Y que yo soy bella
Y tu un bestia.

Fin.








26.10.06

Reseñas y Comentarios sobre la Obra

La gimnasia verbal de Jessica Freudenthal
Juan Carlos Ramiro Quiroga
Este texto fue rescatado de los agujeros negros que hay en la blogosfera adonde el señor K. lo perdió hace un mes. Espero que ahora se convierta en un cometa

1. hardware (La Paz, 2004) de Jessica Freudenthal Ovando es la evidencia indiscutible del fracaso de la decisión del jurado en la elección de los ganadores de las cinco versiones del Premio Nacional de Poesía “Yolanda Bedregal”, con la excepción de Antonio Terán Cabero y Jorge Campero.

2. En cada anuncio de los ganadores de este premio nacional, las menciones han resultado ser más alentadoras y sugestivas que los propios premiados cuando Plural Editores, el engranaje más primordial del “Yolanda Bedregal”, las dio a conocer en su línea de difusión y promoción.

3. En efecto, Hardware es un libro de poesía excepcional por la belleza lacerante de sus ironías y la despojada polifonía de lecturas (Tristan Tzara, Sylvia Plath, Roque Dalton, Paul Valéry, Humberto Quino Márquez, Pope, Charly García, Agustín Bartra, Raúl Romero Auad, Yamilé Paz Paredes) que vienen a perfilar más que apoyar la conciencia fatalista de la autora.

4. Igual que el crítico y semiólogo francés Roland Barthes, Jessica Freudenthal realiza una lectura personalísima de las mitologías contemporáneas (el eterno femenino, la labor intelectual, lo doméstico o familiar), hasta trastocarlas de sus significados tradicionales por otros que son acaso más reales o actuales. Desde ese "abismo" lanza sus dardos.

5. No hay en Hardware una pizca de la complacencia, la contemplación y la inocencia femenina (características de la mujer sumisa y obediente), sino todo lo contrario: la descortesía, la intimidación y el sarcasmo de Lilith, la primera mujer creada por Dios.

6. Desde este punto de vista, el entorno familiar y doméstico no es lo que parece ser, sino lo que está a punto de revelar el filo del lenguaje de Jessica Freudenthal. Su palabra es una espada que hiere de ironía los valores más profundos de la cotidianidad.

7. Yendo más allá, los poemas de Hardware rompen o quiebran el rostro monótono de la realidad común, es decir, se estrellan contra las uñas y las boquitas pintadas de la hipocresía familiar, doméstica y urbana. Nunca más –esgrime Freudenthal– el sueño americano made in Walt Disney.

8. Al ser una crítica del entorno familiar y doméstico, Hardware es también –no puede evitarlo– una crítica del lenguaje que lo señala, porque la ironía funciona en ambos lados tanto en la realidad como en la imaginación, porque trastoca ambos significados.

9. Por eso el libro de Freudenthal es, atinadamente sospechada por la autora, “un simulacro de/ pura gimnasia cerebral”. Nada más puntual que esta observación resaltada al inicio de la obra poética a fin de establecer el juego.

9. No obstante, el sarcasmo utilizado en Hardware produce, en el ápice de contacto con el lector, un corto circuito. El poema ha dejado de ser el poema que viene a orientar la existencia humana para convertirse en un simple vendaje: un “poema curita” como dice Freudenthal.

10. La poesía de Freudenthal va en la misma dirección que la poesía de Humberto Quino Márquez: irreverente con las cosas familiares del mundo es también irreverente consigo misma con la misma pasión y agudeza de una Laura Yasán de Argentina o el desenfado de una Malú Urriola de Chile.

11. Jessica Freudenthal nació en Madrid, el 6 de junio de 1978. En 1998 publicó el poemario Azul. Ha participado en diversas revistas literarias. Parte de su obra puede hallarse en antologías de México, España, Perú y Estados Unidos de Norteamérica. Dirigió la revista el Mostro. Organiza el Festival de Poesía La Paz y El Alto www.festivaldepoesiabolivia.blogspot.com



Sitios con sus poemas:
www.palavreiros.org
http://www.losnoveles.net/e2jfreudenthal.htm

E-mail de la poeta:
elfilodelashojas@gmail.com

Pedidos de su libro a Plural Editores:
plural@acelerate.com
Mujer de Sal
Humberto Quino Márquez
El discurso poético de Jessica Freudenthal se desposa con una lúcida conciencia del desengaño.
Ávida de reconocerse en la ciudad como una prolongación de su cuerpo, llega hasta el deseo sólo para ver su desplome final. Su poesía resuena con la conciencia de una fatalidad. Sus hallazgos fundan un contacto arrebatado que alienta en la cotidianidad, una fractura del goce.
Conciente de la fragilidad del lenguaje (de todo lenguaje), su poesía es al mismo tiempo una abertura sobre el horror de vivir, de amar, de morir. La condensada expresividad de su poesía anula la insidiosa retórica al uso y sólo es capaz de poseer legitimidad si se revela contra sí misma.
La poesía de Jessica Freudenthal, más allá de su registro confesional, inaugura una nueva perspectiva en la poesía boliviana por su rigor y por su entrega.

LOOR ETERNO A LA BELLA GUERRERA
BIENVENIDA AL INFIERNO.

Humberto Quino M.
La Paz, 2004
Un nombre de navajas de viento
H. Pascal
(Director de la revista mexicana de literatura Goliardos)
El azar, los signos de la mano que se abren hacia algo que jamás esperábamos hallar. Y ahí estaba ella, en la realidad virtual: Jessica, un nombre de navajas de viento, y un apellido que remite al paso de los Alpes hacia el país de los teutones, Freudenthal. Y un poema “Detonador”. Y luego la realidad ha vuelto ha abrirse, pues encontrar a Jessica es saber de su origen boliviano, de sus libros de poesía de su sonrisa y sus cabellos largos como caídas de agua oscura... Pero aquí he de confesar que fue el hallazgo de su poesía lo que abrió la posibilidad de su participación en “Sueños que a plena luz...”. De no mediar la intervención de los extraños dioses de lo fortuito, la rueca no habría expandido sus giros, los dados volarían ahora por el aire, la suerte no estaría echada... Gracias, Jessica, por tu poesía.
H. Pascal
México, Distrito Federal, 2003