La gimnasia verbal de Jessica Freudenthal
Juan Carlos Ramiro Quiroga
Este texto fue rescatado de los agujeros negros que hay en la blogosfera adonde el señor K. lo perdió hace un mes. Espero que ahora se convierta en un cometa
1. hardware (La Paz, 2004) de Jessica Freudenthal Ovando es la evidencia indiscutible del fracaso de la decisión del jurado en la elección de los ganadores de las cinco versiones del Premio Nacional de Poesía “Yolanda Bedregal”, con la excepción de Antonio Terán Cabero y Jorge Campero.
2. En cada anuncio de los ganadores de este premio nacional, las menciones han resultado ser más alentadoras y sugestivas que los propios premiados cuando Plural Editores, el engranaje más primordial del “Yolanda Bedregal”, las dio a conocer en su línea de difusión y promoción.
3. En efecto, Hardware es un libro de poesía excepcional por la belleza lacerante de sus ironías y la despojada polifonía de lecturas (Tristan Tzara, Sylvia Plath, Roque Dalton, Paul Valéry, Humberto Quino Márquez, Pope, Charly García, Agustín Bartra, Raúl Romero Auad, Yamilé Paz Paredes) que vienen a perfilar más que apoyar la conciencia fatalista de la autora.
4. Igual que el crítico y semiólogo francés Roland Barthes, Jessica Freudenthal realiza una lectura personalísima de las mitologías contemporáneas (el eterno femenino, la labor intelectual, lo doméstico o familiar), hasta trastocarlas de sus significados tradicionales por otros que son acaso más reales o actuales. Desde ese "abismo" lanza sus dardos.
5. No hay en Hardware una pizca de la complacencia, la contemplación y la inocencia femenina (características de la mujer sumisa y obediente), sino todo lo contrario: la descortesía, la intimidación y el sarcasmo de Lilith, la primera mujer creada por Dios.
6. Desde este punto de vista, el entorno familiar y doméstico no es lo que parece ser, sino lo que está a punto de revelar el filo del lenguaje de Jessica Freudenthal. Su palabra es una espada que hiere de ironía los valores más profundos de la cotidianidad.
7. Yendo más allá, los poemas de Hardware rompen o quiebran el rostro monótono de la realidad común, es decir, se estrellan contra las uñas y las boquitas pintadas de la hipocresía familiar, doméstica y urbana. Nunca más –esgrime Freudenthal– el sueño americano made in Walt Disney.
8. Al ser una crítica del entorno familiar y doméstico, Hardware es también –no puede evitarlo– una crítica del lenguaje que lo señala, porque la ironía funciona en ambos lados tanto en la realidad como en la imaginación, porque trastoca ambos significados.
9. Por eso el libro de Freudenthal es, atinadamente sospechada por la autora, “un simulacro de/ pura gimnasia cerebral”. Nada más puntual que esta observación resaltada al inicio de la obra poética a fin de establecer el juego.
9. No obstante, el sarcasmo utilizado en Hardware produce, en el ápice de contacto con el lector, un corto circuito. El poema ha dejado de ser el poema que viene a orientar la existencia humana para convertirse en un simple vendaje: un “poema curita” como dice Freudenthal.
10. La poesía de Freudenthal va en la misma dirección que la poesía de Humberto Quino Márquez: irreverente con las cosas familiares del mundo es también irreverente consigo misma con la misma pasión y agudeza de una Laura Yasán de Argentina o el desenfado de una Malú Urriola de Chile.
11. Jessica Freudenthal nació en Madrid, el 6 de junio de 1978. En 1998 publicó el poemario Azul. Ha participado en diversas revistas literarias. Parte de su obra puede hallarse en antologías de México, España, Perú y Estados Unidos de Norteamérica. Dirigió la revista el Mostro. Organiza el Festival de Poesía La Paz y El Alto www.festivaldepoesiabolivia.blogspot.com
Sitios con sus poemas:
www.palavreiros.org
http://www.losnoveles.net/e2jfreudenthal.htm
E-mail de la poeta:
elfilodelashojas@gmail.com
Pedidos de su libro a Plural Editores:
plural@acelerate.com
1. hardware (La Paz, 2004) de Jessica Freudenthal Ovando es la evidencia indiscutible del fracaso de la decisión del jurado en la elección de los ganadores de las cinco versiones del Premio Nacional de Poesía “Yolanda Bedregal”, con la excepción de Antonio Terán Cabero y Jorge Campero.
2. En cada anuncio de los ganadores de este premio nacional, las menciones han resultado ser más alentadoras y sugestivas que los propios premiados cuando Plural Editores, el engranaje más primordial del “Yolanda Bedregal”, las dio a conocer en su línea de difusión y promoción.
3. En efecto, Hardware es un libro de poesía excepcional por la belleza lacerante de sus ironías y la despojada polifonía de lecturas (Tristan Tzara, Sylvia Plath, Roque Dalton, Paul Valéry, Humberto Quino Márquez, Pope, Charly García, Agustín Bartra, Raúl Romero Auad, Yamilé Paz Paredes) que vienen a perfilar más que apoyar la conciencia fatalista de la autora.
4. Igual que el crítico y semiólogo francés Roland Barthes, Jessica Freudenthal realiza una lectura personalísima de las mitologías contemporáneas (el eterno femenino, la labor intelectual, lo doméstico o familiar), hasta trastocarlas de sus significados tradicionales por otros que son acaso más reales o actuales. Desde ese "abismo" lanza sus dardos.
5. No hay en Hardware una pizca de la complacencia, la contemplación y la inocencia femenina (características de la mujer sumisa y obediente), sino todo lo contrario: la descortesía, la intimidación y el sarcasmo de Lilith, la primera mujer creada por Dios.
6. Desde este punto de vista, el entorno familiar y doméstico no es lo que parece ser, sino lo que está a punto de revelar el filo del lenguaje de Jessica Freudenthal. Su palabra es una espada que hiere de ironía los valores más profundos de la cotidianidad.
7. Yendo más allá, los poemas de Hardware rompen o quiebran el rostro monótono de la realidad común, es decir, se estrellan contra las uñas y las boquitas pintadas de la hipocresía familiar, doméstica y urbana. Nunca más –esgrime Freudenthal– el sueño americano made in Walt Disney.
8. Al ser una crítica del entorno familiar y doméstico, Hardware es también –no puede evitarlo– una crítica del lenguaje que lo señala, porque la ironía funciona en ambos lados tanto en la realidad como en la imaginación, porque trastoca ambos significados.
9. Por eso el libro de Freudenthal es, atinadamente sospechada por la autora, “un simulacro de/ pura gimnasia cerebral”. Nada más puntual que esta observación resaltada al inicio de la obra poética a fin de establecer el juego.
9. No obstante, el sarcasmo utilizado en Hardware produce, en el ápice de contacto con el lector, un corto circuito. El poema ha dejado de ser el poema que viene a orientar la existencia humana para convertirse en un simple vendaje: un “poema curita” como dice Freudenthal.
10. La poesía de Freudenthal va en la misma dirección que la poesía de Humberto Quino Márquez: irreverente con las cosas familiares del mundo es también irreverente consigo misma con la misma pasión y agudeza de una Laura Yasán de Argentina o el desenfado de una Malú Urriola de Chile.
11. Jessica Freudenthal nació en Madrid, el 6 de junio de 1978. En 1998 publicó el poemario Azul. Ha participado en diversas revistas literarias. Parte de su obra puede hallarse en antologías de México, España, Perú y Estados Unidos de Norteamérica. Dirigió la revista el Mostro. Organiza el Festival de Poesía La Paz y El Alto www.festivaldepoesiabolivia.blogspot.com
Sitios con sus poemas:
www.palavreiros.org
http://www.losnoveles.net/e2jfreudenthal.htm
E-mail de la poeta:
elfilodelashojas@gmail.com
Pedidos de su libro a Plural Editores:
plural@acelerate.com
Mujer de Sal
Humberto Quino Márquez
El discurso poético de Jessica Freudenthal se desposa con una lúcida conciencia del desengaño.
Ávida de reconocerse en la ciudad como una prolongación de su cuerpo, llega hasta el deseo sólo para ver su desplome final. Su poesía resuena con la conciencia de una fatalidad. Sus hallazgos fundan un contacto arrebatado que alienta en la cotidianidad, una fractura del goce.
Conciente de la fragilidad del lenguaje (de todo lenguaje), su poesía es al mismo tiempo una abertura sobre el horror de vivir, de amar, de morir. La condensada expresividad de su poesía anula la insidiosa retórica al uso y sólo es capaz de poseer legitimidad si se revela contra sí misma.
La poesía de Jessica Freudenthal, más allá de su registro confesional, inaugura una nueva perspectiva en la poesía boliviana por su rigor y por su entrega.
LOOR ETERNO A LA BELLA GUERRERA
BIENVENIDA AL INFIERNO.
Ávida de reconocerse en la ciudad como una prolongación de su cuerpo, llega hasta el deseo sólo para ver su desplome final. Su poesía resuena con la conciencia de una fatalidad. Sus hallazgos fundan un contacto arrebatado que alienta en la cotidianidad, una fractura del goce.
Conciente de la fragilidad del lenguaje (de todo lenguaje), su poesía es al mismo tiempo una abertura sobre el horror de vivir, de amar, de morir. La condensada expresividad de su poesía anula la insidiosa retórica al uso y sólo es capaz de poseer legitimidad si se revela contra sí misma.
La poesía de Jessica Freudenthal, más allá de su registro confesional, inaugura una nueva perspectiva en la poesía boliviana por su rigor y por su entrega.
LOOR ETERNO A LA BELLA GUERRERA
BIENVENIDA AL INFIERNO.
Humberto Quino M.
La Paz, 2004
Un nombre de navajas de viento
H. Pascal
(Director de la revista mexicana de literatura Goliardos)
(Director de la revista mexicana de literatura Goliardos)
El azar, los signos de la mano que se abren hacia algo que jamás esperábamos hallar. Y ahí estaba ella, en la realidad virtual: Jessica, un nombre de navajas de viento, y un apellido que remite al paso de los Alpes hacia el país de los teutones, Freudenthal. Y un poema “Detonador”. Y luego la realidad ha vuelto ha abrirse, pues encontrar a Jessica es saber de su origen boliviano, de sus libros de poesía de su sonrisa y sus cabellos largos como caídas de agua oscura... Pero aquí he de confesar que fue el hallazgo de su poesía lo que abrió la posibilidad de su participación en “Sueños que a plena luz...”. De no mediar la intervención de los extraños dioses de lo fortuito, la rueca no habría expandido sus giros, los dados volarían ahora por el aire, la suerte no estaría echada... Gracias, Jessica, por tu poesía.
H. Pascal
México, Distrito Federal, 2003
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